sábado, 30 de enero de 2010

LUNA DE DICIEMBRE

Esa noche hacia frío, mis manos sentían la gélida caricia del viento y mis labios se partían al sentir el beso del invierno. Hacia mucho había perdido el rumbo, ya no sabia a donde iba, no recordaba mi pasado y mi futuro no existía más. Mis ropas rasgadas por las manos del tiempo, poco me cubrían y sin embargo seguía vivo. Esa noche era diferente a muchas, había una luna inmensa que cubría el cielo negro. Contemplando estaba esa luna hermosa, cuando me di cuenta que frente a mi se encontraban dos caminos, no fue difícil decidir cual tomar, pues no importaba, ya no importaba a donde ir, el rumbo se había ido como la música que sonaba en mi mente días atrás, en vano era mi esfuerzo por recordarla, pues tras mucho tiempo de caminar el único sonido que ocupada mi mente, era el de los días pasar. Tome el camino de la derecha, ¿Por qué? No lo se, quizá un instinto, algo de recuerdos quedaba muy dentro de mi mente congelada, por los días de diciembre. Diciembre, por una extraña razón sabia que era diciembre, de momento un nuevo sendero se encontraba frente a mi, lo tome y llegue a una casa destruida, cruce la puerta o lo que quedaba de ella y ahí sin un solo rasguño del tiempo un pequeño libro, al abrir sus paginas note que estaban en blanco. ¿Por que un libro sin letras? No tenia ningún sentido, al final del libro una leyenda: “la vida se sostiene del cabello de la muerte”. No tenia sentido en ese momento, no imagine cuan importante seria eso para mí mas adelante.

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